Giulio Facibeni
nació en Galeata (Forlì) en 1884. Ingresó en el seminario de Faenza y más tarde en de los Padres Escolapios de Florencia. Fue ordenado cura en 1907 y se convirtió en párroco de Santo Stefano in Pane (la «parroquia» del barrio florentino de Rifredi) en 1913.
Fue capellán del ejército durante la I Guerra Mundial, donde se ganó la medalla de plata porque en los combates en torno al monte Grappa «… permanecía constantemente en la línea de fuego … [y salía al campo de batalla] bajo el fuego enemigo para recoger a los heridos y recuperar las salmas de los caídos».
De las promesas hechas a los soldados que morían dejando a una familia sin recursos nacería la Opera della Madonnina del Grappa (1924), una iniciativa «ajena a las protecciones y seguridades humanas y sostenida por la oración y el trabajo de los humildes, para que fuera una apología viviente de la Divina Providencia». En ella se acogería a miles de huérfanos y muchachos con dificultades (¡hasta 1200 a la vez!) y se les daría una instrucción y una formación profesional. Pero todavía más importante era la presencia –profética y paternal‒ de don Giulio, auténtico punto de referencia para la Florencia de la posguerra.
La Pira siempre estuvo profundamente ligado a don Facibeni, en el que veía encarnada la caridad solícita y activa («Caritas Christi urget nos» es el lema de la Madonnina del Grappa), corolario indispensable de la fe cristiana. En 1951 le concedió el título de «ciudadano benemérito de Florencia» y estuvo a su lado hasta su muerte (1958), que fue realmente un motivo de luto para toda Florencia. Actualmente está en marcha su proceso de beatificación.